El suicidio. Estudio de sociología, y otros textos complementarios
Prólogos de Ramón Ramos Torres, Pablo Bonaldi y Ricardo Sidicaro
Con la publicación de los artículos “Suicidio y natalidad: estudio de estadística moral” (1888) y “El divorcio de mutuo acuerdo” (1906), presentados por Ramón Ramos Torres, de la obra central de Émile Durkheim “El Suicidio. Estudio de sociología”, introducida por Pablo Bonaldi, y del texto de Gabriel Tarde Contra Durkheim, a propósito de su Suicidio, con nota previa de Ricardo Sidicaro, nuestra colección Estudios durkheimnianos se propone realizar una contribución académica que complementa y amplía los horizontes de lectura del libro clásico del fundador francés de la sociología.
$ 34.800
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Esta nueva edición de “El Suicidio” se basó en la primera traducción al castellano realizada por Mariano Ruiz-Funes, en 1928, Editorial Reus, Madrid, incorporando numerosas correcciones y actualizaciones de términos, procurando ajustarla al máximo a la versión que circula actualmente en francés de Presses Universitaires de France. El texto inédito de Gabriel Tarde, elaborado en su casi totalidad en notas de 1897, está tomado de Le suicide un siècle après Durkheim, sous la direction de Massimo Borlandi et Mohamed Cherkaoui, Paris, Presses Universitaires de France.
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“El fenómeno que se propone explicar no puede deberse sino a causas extrasociales de una gran generalidad o a causas propiamente sociales. Nos preguntaremos, en principio, cuál es la influencia de las primeras y veremos que es nula o muy restringida. Determinaremos luego la naturaleza de las causas sociales, la manera cómo producen sus efectos, y sus relaciones con los estados individuales que acompañan los diferentes tipos de suicidios. Hecho esto, estaremos en mejores condiciones para precisar en qué consiste el elemento social del suicidio, es decir, esta tendencia colectiva de la que acabamos de hablar y cuáles son sus relaciones con los otros hechos sociales y por qué medios es posible actuar sobre ella.”
Émile Durkheim.
560 páginas.
ISBN: 978-84-95294-62-3.
Formato 12,5 x 21 cm. Rústica
Colección: Estudios Durkheimnianos.
Índice
Antes y después de El Suicidio: Presentación de dos textos de Durkheim, por Ramón Ramos Torre
Suicidio y natalidad: estudio de estadística moral, por Émile Durkheim
El divorcio de mutuo acuerdo, por Émile Durkheim
El suicidio: un libro fundacional, por Pablo Bonaldi
** EL SUICIDIO **
Prólogo
Introducción
I. Necesidad de constituir, por una definición objetiva, el objeto de la investigación. Definición objetiva del suicidio. Cómo prevenir exclusiones arbitrarias y aproximaciones engañosas; eliminación de los suicidios de animales. Relaciones del suicidio con las formas ordinarias de la conducta.
II. Diferencia entre el suicidio considerado en los individuos y el suicidio como fenómeno colectivo. La tasa social de suicidios; su definición. Su constancia y su especificación, superiores a las de la mortalidad general. La tasa social de suicidios es, pues, un fenómeno sui géneris; y constituye el objeto del presente estudio. Divisiones de la obra.
Libro I: Los factores extrasociales
Capítulo Primero: El suicidio y los estados psicopáticos
Principales factores extra-sociales, capaces de ejercer influencia sobre la tasa social de suicidios: tendencias individuales de suficiente generalidad, estados del medio físico.
I. Teoría según la cuál el suicidio sería una consecuencia de la locura. Dos maneras de demostrarla: 1° el suicidio es una monomanía sui generis; 2° es un síndrome de la locura que no se encuentra en otra parte.
II. ¿Es una monomanía el suicidio? Ya no se admite la existencia de monomanías. Razones críticas y psicológicas contrarias a esta hipótesis.
III. ¿Es el suicidio un episodio específico de la locura? Reducción de todos los suicidios vesánicos a cuatro tipos. Existencia de suicidios razonables que no entran en estas categorías.
IV. Pero el suicidio, sin ser un producto de la locura, ¿dependerá estrechamente de la neurastenia? Razones para creer que el neurasténico es el tipo psicológico más general en los suicidas. Queda por determinar la influencia de esta condición individual sobre el porcentaje de los suicidios. Método para determinarla: investigar si la tasa de suicidios varía como la tasa de la locura. Ausencia de toda relación en la manera como esos dos fenómenos varían con los sexos, los cultos, la edad, los países, el grado de civilización. Qué es lo que explica esta ausencia de relaciones: indeterminación de los efectos que implica la neurastenia.
V. ¿Tendría relaciones más directas con la tasa de alcoholismo? Comparación con la distribución geográfica de los delitos de ebriedad, locuras alcohólicas, consumo de alcohol. Resultados negativos de esta comparación.
Capítulo Segundo: El suicidio y los estados psicológicos normales. La raza. La herencia
I. Necesidad de definir la raza. No puede ser definida más que como un tipo hereditario; pero entonces la palabra toma un sentido indeterminado. De allí la necesidad de una gran prudencia.
II. Las tres grandes razas distinguidas por Morselli. Gran diversidad de la aptitud para el suicidio en los eslavos, los celtorromanos y las naciones germánicas. Únicamente los alemanes tienen una inclinación en general intensa, pero que pierden fuera de Alemania. De la supuesta relación entre el suicidio y la estatura: resultado de una coincidencia
III. La raza no puede ser un factor del suicidio salvo que sea esencialmente hereditario; insuficiencia de pruebas favorables a esta herencia: 1° La frecuencia relativa de los casos imputables a la herencia es desconocida; 2° Posibilidad de otra explicación; influencia de la locura y de la imitación. Razones contrarias a esta herencia especial: 1° ¿Por qué se transmitiría menos a la mujer el suicidio? 2° La manera de evolucionar el suicidio con la edad es inconciliable con esta hipótesis
Capítulo Tercero: El suicidio y los factores cósmicos
I. El clima no tiene ninguna influencia.
II. La temperatura. Variaciones del suicidio según las estaciones; su generalidad. Cómo las explica la escuela italiana por la temperatura.
III. Discutible concepción del suicidio que se encuentra en la base de esta teoría. Examen de los hechos: la influencia de los calores o de los fríos anormales no prueba nada; ausencia de relaciones entre la tasa de suicidios y la temperatura de estacional o mensual; el suicidio es escaso en un gran número de países cálidos. Hipótesis según la cuál los primeros calores son los que resultarían nocivos. Inconciliable: 1° con la continuidad de la curva de los suicidios en el alza y en el descenso; 2° con el hecho de que los primeros fríos, que deberían tener el mismo efecto, son inofensivos.
IV. Naturaleza de las causas de que dependen esas variaciones. Paralelismo perfecto entre las variaciones mensuales del suicidio y de las de la extensión de los días, confirmado por el hecho de que los suicidios tienen lugar sobre todo de día. Razón de este paralelismo: es que, durante el día, la vida social está en plena actividad. Explicación confirmada por el hecho de que el suicidio es maximun en los días y en las horas en que la actividad social es máxima. Confirmación de las variaciones estacionales del suicidio; diversas pruebas confirmatorias. Las variaciones mensuales del suicidio dependen, pues, de causas sociales
Capítulo Cuarto: La imitación
La imitación es un fenómeno de psicología individual. Utilidad de investigar si tiene alguna influencia sobre la tasa social de los suicidios.
I. Diferencia entre la imitación y diversos fenómenos con los cuales ha sido confundida. Definición de la imitación.
II. Numerosos casos en que los suicidios se comunican contagiosamente de individuo a individuo; distinción entre los hechos de contagio y las epidemias. Cómo permanece sin resolver el problema de la influencia posible de la imitación sobre la tasa de suicidios.
III. Esta influencia debe ser estudiada a través de la distribución geográfica de los suicidios. Criterios según los cuales puede ser reconocida. Aplicación de este método al mapa de los suicidios franceses por distritos, al mapa por municipios de Seine-et-Marne, al mapa de Europa en general. Ningún rasgo visible de la imitación en la distribución geográfica. Experiencias por ensayar: ¿Crece el suicidio con el número de lectores de periódicos? Razones que inclinan a la razón contraria.
IV. Razón que hace que la imitación no tenga efectos apreciables sobre la tasa de suicidios: es porque no es un factor original, y sólo refuerza la acción de los otros factores. Consecuencia práctica de esta discusión: no corresponde prohibir la publicidad judicial. Consecuencia teórica: la imitación no tiene la eficacia social que se le ha atribuido.
Libro II: Causas sociales y tipos sociales
Capítulo Primero: Método para determinarlos
I. Utilidad que tendría clasificar morfológicamente los tipos de suicidio para remontarse luego a sus causas; imposibilidad de esta clasificación. El único método practicable consiste en clasificar los suicidios por sus causas. Dado que es más adecuada que cualquier otra para un estudio sociológico del suicidio.
II. ¿Cómo determinar esas causas? Los informaciones ofrecidas por las estadísticas sobre las razones presuntas de los suicidios: 1° son sospechosas; 2° no dan a conocer las verdaderas causas. El único método eficaz consiste en investigar cómo la tasa de suicidios varía en función de diversos concomitancias sociales.
Capítulo Segundo: El suicidio egoísta
I. El suicidio y las religiones. Agravación general debida al protestantismo; inmunidad de los católicos, y, sobre todo, de los judíos.
II. La inmunidad de los católicos no procede de su situación de minoría en los países protestantes, sino de su menor individualismo religioso, como consecuencia de las más fuerte integración de la iglesia católica. Cómo se aplica esta explicación a los judíos.
III. Verificación de esta explicación: 1° la inmunidad relativa de Inglaterra en relación con otros países protestantes, ligada a la más fuerte integración de la iglesia anglicana; 2° el individualismo religioso varía como la afición por el conocimiento; ahora bien, a) la afición por el conocimiento es mucho más pronunciada en los pueblos protestantes que en los católicos; b) la afición por el conocimiento varía como el suicidio siempre que corresponda a un progreso del individualismo religioso. Cómo la excepción de los judíos confirma la ley.
IV. Consecuencias de este capítulo: 1° la ciencia es el remedio del mal que tiene como síntoma el progreso de los suicidios, y no es su causa; 2° si la sociedad religiosa preserva del suicidio es, sencillamente, porque es una sociedad fuertemente integrada.
Capítulo Tercero: El suicidio egoísta (continuación)
I. Inmunidad general de los casados tal y como la calculó Bertillon. Inconvenientes del método usado por Bertillon. Necesidad de separar por completo la influencia de la edad y del estado civil. Cuadros donde se efectuó esta separación. Leyes que se desprenden.
II. Explicación de esas leyes. El coeficiente de preservación de los esposos no tiene relación con la selección matrimonial. Pruebas: 1° razones a priori; 2° razones de hecho a partir: a) de las variaciones del coeficiente en las diversas edades; b) de la desigual inmunidad de que gozan los cónyuges de los dos sexos. ¿Se debe esta inmunidad al matrimonio o a la familia? Razones contrarias a la primera hipótesis: 1°, contraste entre la situación estacionaria de la nupcialidad y los progresos del suicidio; 2°, débil inmunidad de los esposos sin hijos; 3.° agravación en las esposas sin hijos.
III. La leve inmunidad de la que gozan los hombres casados sin hijos, ¿es debida a la selección conyugal? Prueba contraria obtenida de la agravación en las esposas sin hijos. Cómo la persistencia parcial de ese coeficiente en el viudo sin hijos se explica sin que se haga intervenir la selección conyugal. Teoría general de la viudez.
IV. Cuadro de recapitulación de los resultados precedentes. Es a la acción de la familia a la que se debe casi toda la inmunidad de los esposos de las esposas. La inmunidad crece con la densidad de la familia, es decir, con su grado de integración.
V. El suicidio y las crisis políticas nacionales. Cómo la regresión que sufre entonces es real y general. Se debe a que el grupo adquiere en estas crisis una integración más fuerte.
VI. Conclusión general del capítulo. Relación directa entre el suicidio y el grado de integración de los grupos sociales de cualesquiera sea su tipo. Causa de esta relación; por qué y en qué condiciones la sociedad es necesaria al individuo. Cómo, cuando la sociedad pierde presencia, el suicidio se acrecienta. Pruebas que confirman esta explicación. Constitución del suicidio egoísta.
Capítulo Cuarto: El suicidio altruista
I. El suicidio en las sociedades inferiores: caracteres que lo distinguen, opuestos a los del suicidio egoísta. Constitución del suicidio altruista obligatorio. Otras formas de este tipo.
II. El suicidio en los ejércitos europeos; generalidad de la agravación que resulta del servicio militar. Es independiente del celibato, del alcoholismo. No es debida al disgusto por el servicio. Pruebas: 1° crece con la duración del servicio; 2.° es más fuerte en los voluntarios y en los reenganchados; 3° en los oficiales y suboficiales, que en los soldados rasos. Es debida al espíritu militar y al estado de altruismo que implica. Pruebas confirmativas: 1° es tanto más fuerte cuanto menos inclinación tengan los pueblos por el suicidio egoísta; 2° esa inclinación es máxima en las tropas de elite; 3° disminuye a medida que se desarrolla el suicidio egoísta.
III. Cómo los resultados obtenidos justifican el método empleado.
Capítulo Quinto: El suicidio anómico
I. El suicidio aumenta con las crisis económicas. Esta progresión se mantiene en las crisis de prosperidad: ejemplos de Prusia, de Italia. Las exposiciones universales. El suicidio y la riqueza.
II. Explicación de esta relación. El hombre no puede vivir más que si sus necesidades están en armonía con sus medios, lo que implica una limitación de estos últimos. Es la sociedad quien los limita; cómo se ejerce normalmente esta influencia moderadora. Cómo está impedida por las crisis; de aquí el desorden; anomia; suicidios. Confirmación obtenida de las relaciones del suicidio y la riqueza.
III. La anomia se encuentra actualmente en estado crónico en el mundo económico. Suicidios como consecuencia de la anomia. Constitución del suicidio anómico.
IV. Suicidios debidos a la anomia conyugal. La viudez. El divorcio. Paralelismo de los divorcios y de los suicidios. Es debido a una constitución matrimonial que actúa en sentido contrario sobre los esposos y las esposas; pruebas en su apoyo. En qué consiste esta constitución matrimonial. El debilitamiento de la disciplina matrimonial que implica el divorcio, agrava la tendencia al suicidio de los hombres, disminuye la de las mujeres. Razón de este antagonismo. Prueba confirmativa de esta explicación. Concepción del matrimonio que se desprende de este capítulo.
Capítulo Sexto: Formas individuales de los diferentes tipos de suicidios
Utilidad y posibilidad de completar la clasificación etiológica que precede por una clasificación morfológica.
I. Formas fundamentales que toman las tres corrientes suicidógenas al encarnarse en los individuos. Formas mixtas que resultan de la combinación de esas formas fundamentales.
II. ¿Hay que hacer intervenir en esta clasificación al instrumento de muerte escogido? Cómo esta opción depende de causas sociales. Pero esas causas son independientes de las que determinan al suicidio. No tienen pertinencia entonces en la presente investigación. Cuadro sinóptico de los diferentes tipos de suicidio.
Libro III: del suicidio como fenómeno social en general
Capítulo Primero El elemento social del suicidio
I. Resultados de lo que antecede. Ausencia de relaciones entre la tasa de suicidios y los fenómenos cósmicos o biológicos. Relaciones definidas con los hechos sociales. La tasa social corresponde, pues, a una inclinación colectiva de la sociedad.
II. La constancia y la individualidad de esa tasa no puede explicarse de otro modo. Teoría de Quetelet, para dar la explicación: el hombre medio. Refutación: la regularidad de los datos estadísticos se encuentra incluso en hechos que están fuera del término medio. Necesidad de admitir una fuerza o un grupo de fuerzas colectivas de las cuales la tasa social de suicidios expresa su intensidad.
III. Qué es preciso entender por esta fuerza colectiva: es una realidad exterior y superior al individuo. Exposición y examen de las objeciones hechas a esta concepción: 1° Objeción según la que un hecho social no puede trasmitirse más que por tradiciones inter-individuales. Respuesta: la tasa de suicidios no puede transmitirse de ese modo. 2° Objeción según la que el individuo es todo lo real de la sociedad. Respuesta: a) De qué modo cosas materiales, exteriores a los individuos, son erigidas en hechos sociales y con esta cualidad, desempeñan un rol sui genéris; b) los hechos sociales que no se objetivan bajo esa forma desbordan cada conciencia individual. Tienen por substrato el compuesto formado por las conciencias individuales reunidas en sociedad. Que esta concepción no tiene nada de ontológica.
IV. Aplicación de estas ideas al suicidio.
Capítulo Segundo: Relaciones del suicidio con los otros fenómenos sociales
Método para determinar si el suicidio debe ser clasificado entre los hechos morales o los inmorales.
I. Exposición histórica de las disposiciones jurídicas o morales, en uso en diferentes sociedades en lo relativo al suicidio. Progreso continuo de la reprobación de que es objeto, salvo en las épocas de decadencia. Razón de ser de esta reprobación, que está más fundada que nunca en la constitución normal de las sociedades modernas.
II. Relaciones del suicidio con las otras formas de inmoralidad. El suicidio y los atentados contra la propiedad; ausencia de toda relación. El suicidio y el homicidio; teoría según la cual consistirían ambos en un mismo estado orgánico-psíquico, pero dependiendo de condiciones sociales antagónicas.
III. Discusión de la primera parte de la proposición. Cómo el sexo, la edad, la temperatura, no actúan del mismo modo sobre los dos fenómenos.
IV. Discusión de la segunda parte. Caso en que el antagonismo no se verifica. Casos, los más numerosos, donde sí se verifica. Explicación de esas contradicciones aparentes; existencia de tipos diferentes de suicidios en los que unos excluyen al homicidio, mientras que otros dependen de las mismas condiciones sociales. Naturaleza de esos tipos; por qué los primeros son actualmente más numerosos que los segundos. Cómo aclara lo que precede la cuestión de las relaciones históricas del egoísmo y del altruismo.
Capítulo Tercero: Consecuencias prácticas
I. La solución del problema práctico varía según se atribuya al estado actual del suicidio un carácter normal o anormal. Como se plantea la cuestión a pesar de la naturaleza inmoral del suicidio. Razones para creer que la existencia de un porcentaje moderado de suicidios no tiene nada de morboso. Pero razones para creer que la tasa actual en los pueblos europeos es el índice de un estado patológico.
II. Medios propuestos para conjurar el mal: 1° medidas represivas. Cuales son las que serían posibles. Por qué no podrían tener sino una eficacia restringida; 2° la educación, no puede reformar el estado moral de la sociedad dado que no es más que su reflejo. Necesidad de alcanzar en sí mismas las causas de las corrientes suicidógenas; aunque se puede desdeñar el suicidio altruista, cuyo estado no tiene nada de anormal. Remedio contra el suicidio egoísta: hacer más consistentes los grupos que enmarcan al individuo. ¿Cuáles son los más apropiados para este rol? No es la sociedad política que está demasiado lejos del individuo, ni la sociedad religiosa que no lo socializa más que quitándole la libertad de pensar, ni la familia que tiende a reducirse a la pareja conyugal. Los suicidios de los casados progresan como los de los solteros.
III. Del grupo profesional. Porque es el único en estado de cumplir esta función. Qué debe llegar a ser para hacerlo. Cómo puede constituir un medio moral. Cómo puede contener también el suicidio anómico. Casos de anomia conyugal. Posición antinómica del problema: el antagonismo de los sexos. Medios de remediarlo.
IV. Conclusión. El estado presente del suicidio como índice de una miseria moral. Lo qué es necesario entender por una afección moral de la sociedad. Cómo la reforma propuesta es reclamada por el conjunto de nuestra evolución histórica. Desaparición de todos los grupos sociales intermedios entre el individuo y el Estado; necesidad de reconstituirlos. La descentralización profesional opuesta a la descentralización territorial, como es la misma la base necesaria para la organización social. Importancia de la cuestión del suicidio; su solidaridad con los más grandes problemas prácticos del momento actual.
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